En la travesía de nuestra existencia encontramos mares tranquilios que nos invitan a serenar el alma.

 

En otras ocasiones nos encontramos con tormentas caprichosas y lluvias de temporada que exigen mantener el rumbo de nuestra vida interior para crecer y madurar. Otras veces el viaje nos desafía con tempestades que aparecen con capacidad de llevarnos a naufragar. Ante dichas circunstancias, lo mejor es buscar resguardo y abrigo, y el mejor puerto para protegernos cuando el clima de la vida es inclemente, es la familia. Aquella de la que venimos, aquella que formamos o la que elegimos que se compone de verdadera amistad.
 

Este libro es una caja de herramientas que nos ayudan a acercarnos a la felicidad. A veces, nuestra nave necesita surcar los ríos y lagos de la propia psicología, de nuestros sentimientos y de nuestro espíritu; otras más, deberá navegar los mares de la vida, de las relaciones personales, de nuestra familia en particular.

 

Cada embarcación es única y especial, pero si mantenemos fija la mirada en el destino, andando los motores del amor y la paz interior y sabemos construir un buen resguardo para momentos de tormenta podremos disfrutar el viaje y llegar con bien a nuestro destino final.